Y para todo ello hay un escudo entre esa persona que va a ser victima y su atacante. Nosotros.
Es fundamental estar en forma, y no me refiero a estar fuertes de gimnasio, sino a estar en forma para el desarrollo de nuestras funciones. Aunque por falta de tiempo, ganas y un montón de factores mas, no se pueda llegar a realizar todo el entrenamiento necesario, estos puntos que relato a continuación son aspectos de nuestro entrenamiento a tener en cuenta y llevar a cabo.
1º Tono físico: Es difícil evacuar ante una amenaza a nadie si se mide 175 cms y se pesa 90 kilos. El entrenamiento físico es fundamental, y tampoco hace falta machacarse en exceso. Tres sesiones o cuatro por semana de gimnasio, con pesas y actividad cardiovascular durante 60-90 minutos y salir a correr 20 minutos al día es mas que suficiente. Además este nivel de ejercicio ayuda a que nuestro cuerpo se encuentre mas descansado y activo a la hora de reaccionar ante cualquier amenaza. También ayuda a conciliar el sueño con mayor facilidad y a que el cuerpo descanse mejor.
2º Técnicas de combate: De situaciones de acción directa en las que nos vayamos a encontrar en el desarrollo de nuestra labor, el 95% no van a requerir el uso de nuestra arma de fuego, pero si van a requerir el uso de la fuerza. Estar preparados para ello es fundamental. Todos tenemos amigos o conocidos que sean, o bien instructores, o bien un nivel avanzado de algún tipo de arte marcial. Reservar una sala de un gimnasio 2 veces a la semana entre cuatro o mas compañeros y entrenar combate cuerpo a cuerpo (reducciones, usar la fuerza de una persona para proyectarla, maneras rápidas de enviar una amenaza al suelo, control de multitudes etc) implica un gasto mínimo o nulo y sin embargo nos da una habilidad al poco tiempo abrumadora.
Estas técnicas no se olvidan con el paso del tiempo, pero si se les pierde practica, por lo cual el entrenamiento constante es fundamental.
3º Capacidad de observación: Este entrenamiento es categóricamente, un mero juego. Su puesta en practica es tan sencilla como escoger 5 objetos de una habitación y situarlos donde queramos mientras otra persona espera fuera o cierra los ojos. Una vez colocados se da un tiempo máximo para reconocer la zona y con los ojos cerrados se le pregunta, situación de los objetos, como estaban situados etc.
Este es solo un ejemplo de cómo podemos entrenar nuestra capacidad de observación, hay cientos de este tipo con el que, además de pasar los ratos muertos, se mejora innumerablemente nuestra percepción.
4º Técnica de arma: Y con ello no solo me refiero a como disparamos, si lo hacemos bien mal o regular, si somos tiradores selectos o no. Sino, si sabemos empuñara nuestra arma correctamente, como lo hacemos, como apuntamos, como desenfundamos etc.
Para entrenar el desenfunde nada mas sencillo que ponerse 5 minutos al día delante de un espejo en casa, con la funda que usemos habitualmente y el arma (sin bala en recamara y sin cargador obviamente) y entrenemos.
Para entrenar tiro, nada mejor que ir a un campo de tiro, bien sea a recorridos de tiro o tiro de precisión, de ambos se sacan conocimientos. Acostumbrarnos a disparar de una manera natural y acostumbrar al cuerpo a que piense que es una acción mas como comer, leer o caminar.
5º Reciclaje: Si tenemos la oportunidad, hacer cursos y formación de todo tipo de temas que nos vaya a venir bien. Tiro de combate, conducción, contravigilancia, protocolo, combate cuerpo a cuerpo, detección de explosivos y paquetes bomba etc. Son muchos los centros que imparten cursos de reciclaje y especialización hoy en día (nuestros colaboradores por ejemplo)
Con estos cinco sencillos puntos, podemos mejorar el rendimiento un 500% a la hora del desarrollo de nuestras funciones. Puede parecer algo surrealista el requerir y aconsejar entrenar cosas como las citadas anteriormente. Pero es necesario, por mucho que queramos pensar que no, porque, en la mayoría de ocasiones, la vida real supera a la ficción.
Un saludo compañer@s. DUQUE.